
Hoy quiero hablarte del propósito de vivir una relación de pareja.
Estar en pareja, “encontrar el amor”, enamorarse, tener un compañero o compañera de vida, compartir la intimidad… es algo que casi todo el mundo anhela.
Dependiendo de tus valores, de la visión de la vida y las relaciones que tengas, (de tu identidad, al fin y al cabo), buscarás crear una relación con un formato u otro.
Quizá quieres convivir, quizá incluso quieres tener hijos o formar una familia, o a lo mejor solo quieres un compañero o compañera con quien compartir momentos, y “cada un@ en su casa”.
Tal vez para tí sea muy importante compartir hobbies en común.
O lo principal sea la convivencia, o el sexo, o busques a alguien que como tú, quiera tener hijos.
No importa cuales sean los valores que quieras vivir en pareja.
Lo importante es que la relación afectiva, de pareja, tiene un propósito que va mucho más allá de salir los sábados en bicicleta, o al cine, o que os guste el mismo tipo de alimentación, o que ambos queráis vivir en una gran ciudad o en la playa.
De esto quiero hablarte en este artículo.
¿Cuál es la base de una relación de pareja?
Bueno, podemos hablar de muchas cosas con esta pregunta.
Podemos hablar de comunicación, de intimidad, de respeto, de deseo, de compañerismo, de apoyo…
Pero para mí, la base fundamental de una relación de pareja, además de esa conexión química-emocional-espiritual, es distinguir entre la necesidad de amor e itimidad, en la que la pareja te Complementa, frente a la necesidad de fusión en la que la pareja te Completa.
Te explico:
Si piensas que tu pareja te completa, partes de la base de "sentirte coja" si no estás en una relación de pareja.
Es decir, sientes que tú sola no estás al 100%.
Vives la relación desde la carencia, desde la necesidad de fusión.
Las separaciones, por cortas que sean, las sientes como un desgarro.
Siento decirte que si es así para tí, tu autoestima está en un flaco momento.
Desde esta creencia inconsciente, puede que adoptes dos posturas:
- Adicta emocional: necesitas a tu pareja más y más, no hay fondo, y muchas veces no hay satisfacción en los encuentros.
Quieres más llamadas, más atención, más presencia.
Si tu compañer@ opina distinto a ti puedes verlo como una amenaza. Deseas sentirte el centro de su vida, e incluso a veces tienes celos o miedo a la traición, o al rechazo.
Crees que no eres suficiente para la otra persona, y que en cualquier momento va a dejarte.
Tu pilar de apoyo es el control. Te sientes poco importante y fantaseas (desde el dolor y el drama) con el abandono. - Evitadora emocional: al principio te sentías muy fusionado con tu pareja, muy ilusionada.
Pero sientes que te controla, que invade tu espacio, no sabes como comunicarte con ella.
Necesitas más espacio, necesitas opinar diferente.
Cuando sientes que tu compañer@ depende de ti, es como si te asfixiaras.
A veces, quedas con ella en algo y no sabes como decirle que no, o cambiar de plan, y buscas excusas, incluso alguna vez mientes.
Incluso puede que fantasees con la infidelidad, con dejar la relación. Pero no la dejas.
Estas dos posturas, que son dos polaridades de la Codependencia y de la desvalorización en pareja surgen de la visión de que “el otro me completa”.
Si te reconoces en alguno de estos dos patrones, inconscientemente buscas en la pareja que te permita ser eso que sol@ no puedes.
Y evidentemente esto conlleva mucho sufrimiento, desencuentro, incomprensión, discusiones, ataques mutuos, y puede llevar incluso al maltrato psicológico o emocional y evidentemente, muchas veces acaba en ruptura.
Es un amor inmaduro, infantil.
Pides cosas que solo le pedirías a una madre o un padre.
Y es que este tipo de relaciones tiene mucho que ver con cosas pendientes hacia mamá o papá.
Sientes que mamá o papá (o los dos) no te han nutrido lo suficiente, no han estado lo suficientemente presentes, o te han asfixiado con su control y sobreprotección, y esperas que una relación de pareja subsane y compense esto.
Eso es poner mucha carga en la relación, pues no te estás ocupando de tus heridas infantiles.
Ninguna pareja podrá sanar lo que no sanes tú en tu interior.
Sin embargo, desde la visión de que tu pareja te complementa, ocurren cosas muy distintas.
Por ejemplo:
- Eres capaz de fusionarte y luego separarte para hacer otras cosas.
- Comprendes e incluso te gusta que tu pareja opine distinto a ti.
- Ves las diferencias como algo que os nutre mutuamente, o simplemente como algo a respetar.
- Hay un profundo respeto al espacio personal, relaciónal, laboral, del otro.
- La comunicación, incluso cuando hay conflicto, tiene la función de haceros entender, poder conoceros más, y es funcional, ocurren cosas distintas después de comunicaros.
- A veces eres el centro de atención de tu pareja, y a veces no, y está bien para tí.
A veces tu pareja es el centro de tu atención y a veces no.
Podría describir muchas más cosas, pero seguro que ya has captado la idea.
Desde la visión de que la pareja te Complementa, tú sola ya te sientes plena al 100%, tu identidad no depende de otro.
Cuando estás en pareja, te nutres de ello. Es un espacio en el que crecer y compartir, desde un amor maduro, adulto.
Cuando surgen heridas de tu pasado, te ocupas de ellas. Te haces cargo de tus emociones.
Tienes claro donde empiezas tú y donde acaba el otro, por decirlo de alguna manera. Hay límites sanos.
Esto es fruto de una Identidad sana, adulta, elaborada.
Evidentemente requiere un trabajo constante.
¡Un día te iluminas y para siempre tus relaciones de pareja son sanas y adultas!
Seguramente no, seguramente un día te iluminas y al otro se te apaga la bombilla, pero tienes claro que tú eres responsable de tu vida, de tus percepciones, de las situaciones que vives.
Tienes claro que tú y solo tu eres la creadora de tu vida, y tomas decisiones, pasas a la acción, te apoyas en ti misma, pides sin exigir, expresas después de hacerte cargo de tus emociones y tus juicios.
Suena bien, ¿verdad?
Ahora voy a contarte como se va de un sitio al otro, y cual es el auténtico propósito de la pareja.
¿Cómo pasar de tener una Identidad infantil a una adulta, y tener una relación sana?
Bien, como te decía hace unos párrafos, tu niña herida es la que estaba buscando una relación en la que le compensaran su dolor y sus carencias.
Pero ya no eres una niña, así que lo más saludable es que mires adentro de ti, y como adulta te hagas cargo de eso que aun duele.
Sobretodo empieza por la relación que tenías con papá y con mamá cuando eras niña, y adolescente.
Por muy bien que lo hagan papá y mamá, siempre hay alguna cosa que ha quedado por ahí grabada.
Un día que le contaste algo a mamá y lo despreció.
Un día que necesitaste presencia y límites de papá y él no estaba.
Muchos días en los que te desvalorizaron por pensar ciertas cosas, o tener una visión de la vida “muy tuya”.
Tu necesidad de formar parte que te hizo querer ser la salvadora de la familia, o la mediadora.
Cuando te decían que eras “la rarita” de la familia, o que si querías llamar la atención.
O que cuando te comportabas de tal o cual manera te decían que así a ver quien te iba a aguantar.
Hay muchas cosas que pueden estar por ahí fastidiandote la autoestima y la expresión de tu Identidad.
Es importante que te sinceres contigo misma, que mires bien dentro, en tus sensaciones, en tu cuerpo, qué cosas te quedaron pendientes, y las elabores o las resuelvas, al menos dentro de ti.
Esto puedes hacerlo sola o con ayuda de alguien que sepa cómo (yo ayudo a muchas personas a hacer este camino).
Lo importante es que te coloques frente a papá y mamá como hija adulta, pero hija al fin y al cabo, y que puedas expresarles (simbólicamente, en una carta, o haciendo un ejercicio a solas) y además de expresarles también que te permitas pedirles.
Pero Esperanza, ¿pedirles qué?
Pedirles amor, comprensión, libertad, reconocimiento, valoración.
¿Para qué les voy a pedir eso a estas alturas? Además ellos no sabrían dármelo…
Bien, es que lo importante no es que te lo den o no, sino que cuando te permites pedirlo, recobras tu dignidad, porque cuando lo pides, sientes que lo mereces, te lo den o no.
Además, recuperas tu sitio de hija. Los hijos piden, los padres dan.
Si había algún desorden, lo acabas de deshacer, y ahora todo está “más en su sitio”.
Así será mucho más fácil que vibres con tener una pareja “de igual a igual”.
También es importante que busques en tu árbol alguna relación de pareja que no haya sido satisfactoria o feliz.
Por ejemplo unos abuelos que se casaron por un embarazo, o por conveniencia.
O alguien en la familia que quedó viud@ muy pronto.
Historias de amores imposibles o amores difíciles, ausencias o separaciones, matrimonios mal avenidos, o relaciones de control y sumisión.
Esto te ayudará también a desidentificarte de los roles que has hecho hasta ahora en la pareja, y honrar a tu familia y a la historia del clan desde un lugar nuevo.
El Propósito de la Pareja
Entonces, ¿cuál es el propósito de la pareja?
Para mi el verdadero propósito de la pareja es la Creación.
Puede ser la Creación de vida, a través de los hijos.
Puede ser la Creación de un proyecto en parejas que tienen un negocio en común por ejemplo.
Puede ser la Creación de un modelo de vida que inspire a otros.
Puede ser la Creación de una familia con la perspectiva de la transmisión de unos valores concretos y la nutrición de la sociedad a través de ello.
Lo que sea que surja de esa unión, tiene que ver con Crear algo.
Ese es el mayor potencial del ser humano, y del Amor.
Para que esto suceda, la relación de pareja, nos ayuda a pulir ese diamante del que te hablaba en el artículo de “Identidad y Transgeneracional”.
¡Tú eres un diamante que se cree a saber qué otro mineral!
Cuando estás en pareja, todo "lo que te sobra" produce reacciones químicas, a veces más virulentas y otras veces más suaves.
En la relación de pareja aprendes a desprenderte de eso que no eres tú.
Solo una Identidad que va madurando es capaz de crear.
Tu pareja te enseña, directa o indirectamente tus sombras, tus cosas pendientes. Es el espacio en el que creces, o te estancas.
El amor, dicen, necesita ser regado cada día.
¿Con qué?
Regado con tus aprendizajes, con tus experiencias, con la energía y vivencias que traes de fuera de la pareja, de otros ámbitos en los que también te desarrollas, y también del apoyo en el día a día, del respeto, la escucha, la comprensión, los límites y la presencia.
Si tienes una herida, el amor te la va a mostrar.
Si tienes algo pendiente con mamá o con papá, tu relación de pareja seguramente la va a sacar a La Luz.
Para estar en pareja, hay que asumir que vas a ver tus propias sombras proyectadas en la otra persona.
Y para poder ver a la otra persona sin tus proyecciones, te lo vas a tener que currar.
Es decir, vas a necesitar hacerte cargo, flexibilizar, y crecer.
De ahí surgirá la creación.
Ahora mismo mientras lees esto sé que estás entendiendo muchas cosas, incluso puede que te estén cayendo fichas, pero sobretodo, si estás poniéndote en el lugar de hacerte cargo, lo que estás sintiendo se llama Grandeza, Poder, Fuerza.
Porque cuando recuerdas que eres 100% responsable de tu vida, que tu pareja no es ese “enemigo”, ni ese “contrincante” al que convencer, si no que es tu mejor Maestr@, te pones en la posición de aprender, de pulirte.
Recobras tu Grandeza, y desde ahí eres Creadora de tu vida, y de lo que tú quieras.
Así que tanto si tienes una relación de pareja como si no, tienes la oportunidad de abordar la vivencia del amor desde la responsabilidad, caminando para pulir ese diamante, sanando para Amar Creando.
Por eso el propósito de la pareja, en realidad, es que crezcas, vayas quitando las capas de condicionamientos, y a través del amor, a ti y a la otra persona, te permitas Crear a tu/vuestra medida.
¡Déjame tus comentarios!
Estaré encantada de leerte y contestarte.
Y si te ha gustado, ayúdame a compartirlo.
Hola Esperanza
Me encantas. Gracias por compartir tus conocimientos. Me nutren, me abren los ojos; crezco con ellos, comprendo desde el corazón.
Baruj Hashem (que Dios te bendiga , en Hebreo)
Muchas gracias Martha, encantada de que te nutra lo que comparto, a mi me nutren vuestros comentarios.
Si te interesa este tema, no te pierdas las videoconferencia de esta noche en mi página de Facebook «Esperanza Castelló Sánchez»
Gracias!!
Esperanza, todo esto ha llegado en el momento preciso, me he bebido cada una de tus palabras! Gracias por compartir tan valiosa información!
Muchas gracias a ti Fatima por leerme y gracias por tu comentario
Me encanta, me ha llegado el mejor momento que podía llegar me
Gracias
Gracias por compartir todos estos temas en los que me veo en la obligación de entender, trabajar y sanar para recuperar mi propia identidad y vida.